París es una de esas ciudades donde no sabrás qué hacer por la amplia oferta de opciones de ocio que ofrece. Si viajas con niños no tendrás duda, una visita asegurada será al parque de atracciones Disneyland París, a pocos kilómetros de la capital francesa. Se inauguró en 1992 y desde entonces los personajes Disney reciben a los visitantes para hacerles sentir como en un cuento de hadas. Atracciones, espectáculos y una amplia oferta de restaurantes y tiendas te esperan en este gran complejo de diversión.
Los amantes del arte encontrarán en París un paraíso de cultura donde encontrar todo tipo de museos. El más conocido y más visitado del mundo es el del Louvre y es donde están alguna de las obras de arte más famosas. Una antigua estación de tren es el escenario donde se está el museo de Orsay y donde se muestran las mejores obras del arte del siglo XIX. Y a aquellos que les apasione el arte moderno, nada mejor que hacer una visita al Centro Pompidou, con un exterior curioso y pionero para su época.
Si no sólo quieres ver monumentos en París y te gusta la naturaleza, te recomendamos que visites el Bosque de Boulogne, al oeste de la capital. Cuenta con más de 35 kilómetros de caminos por los que perderte mientras recorres las zonas verdes más bellas de gran parte de Francia. Y si vais en familia, no os perdáis el Jardín de Aclimatación, una zona que mezcla ser una reserva de animales y un parque de atracciones.
París es una de las ciudades pioneras en el mundo de la moda, por lo que será difícil resistirse a hacer alguna que otra compra. Y si además de volver al hotel con unas cuantas bolsas, queréis disfrutar de uno de los monumentos más bellos, os recomendamos las Galerías Lafayette, en el Bulevar Haussmann, uno de los más visitados del mundo. En la misma avenida encontramos Printemps, donde se reúnen las marcas de moda más glamurosas. Pero si hay una calle por excelencia en las que las compras están aseguradas, es la de los Campos Elíseos, aunque sea solamente para contemplar los cuidados escaparates.
Para cenar y tomar algo por la noche, os recomendamos el Barrio Latino, una de las zonas más animadas y baratas de París. Su nombre se debe a la época medieval, cuando los estudiantes eran los habitantes de la zona y utilizaban el latín como lengua principal. La calle Huchette ofrece todo tipo de comercios y animadas terrazas en las que poder charlar con amigos al aire libre.